Cuando se trata del cuidado de la piel, es importante que tengas en cuenta que debes atender a tu tipo de piel para obtener el mejor resultado de los productos o tratamientos que utilices. Cada persona es única, y su piel también, por lo que significa que tendrá unas necesidades únicas también. Identificar cuál es nuestro tipo de piel puede ser algo confuso, pero debes saber que una vez que tengas la respuesta podrás buscar las soluciones perfectas a tus problemas, ya que se trata del factor más importante para poder diseñar una rutina de cuidado facial con los productos adecuados. En este artículo, te enseñaremos lo que necesitas saber sobre cada tipo de piel para que puedas identificar la tuya.
¿Cuál es mi tipo de piel?
Seguro que te ha pasado: has invertido en un producto en el que tenías puestas tus más altas expectativas pero, a la hora de obtener resultados, no ha sido ni de cerca lo que esperabas, o incluso ha empeorado la situación. Cuando las opciones de cuidado facial disponibles en la actualidad son infinitas, no es de extrañar pasar por estos momentos de frustración o tirar la toalla porque no encontramos el producto adecuado para mejorar nuestra piel.
Los buenos o malos resultados de la cosmética que utilizamos dependen de elegir los productos de cuidado facial adecuados según nuestro tipo de piel, por lo que primero, debes saber qué clase de piel tienes. Es importante que tengas en cuenta que tu piel no necesariamente se mantendrá en el mismo tipo todo el tiempo, por eso es importante prestarle atención a cómo cambia con el paso de los años, con el cambio de clima si viajas, con los cambios fuertes en tus hormonas o incluso con el paso de las estaciones en un mismo año. Si mantienes la sintonía con las necesidades de tu piel, podrás ajustar su tratamiento.
Por eso, queremos que conozcas los tipos de piel que existen y sus principales características y cuidados; así podrás reconocer cuál es la tuya y aplicar los tratamientos que necesita.
¿Cuál es tu tipo de piel?
Saber cuál es tu tipo de piel te dará la llave para conocer los productos adecuados para ella. ¿Cómo saber cuál es tu tipo de piel? A continuación haremos un repaso a los cinco tipos de piel principales, sus síntomas y cómo enfocar su cuidado en cada caso.
Tipo de piel normal
Una piel bien equilibrada, que no es demasiado seca o demasiado grasa, es la que llamamos “normal”. Este tipo de piel presenta poca o ninguna imperfección.
¿Cómo cuidarla?
Si bien la piel normal puede parecer que necesita poco cuidado, es esencial centrarse tanto en la prevención como en la protección con su rutina de cuidado. La piel normal puede tender a mostrar signos de edad antes que otros tipos de piel. La mejor opción es escoger productos antienvejecimiento que mantengan un buen y saludable equilibrio, y al mismo tiempo, nutran tu piel con antioxidantes protectores y humectantes para hidratar. También será esencial utilizar un SPF de forma diaria, para mantener la piel radiante.
Tipo de piel grasa
Sabes que tienes la piel grasa cuando ese brillo siempre está presente, no cede, y luchas constantemente para mantener tu maquillaje en su lugar. Secar la piel durante todo el día puede ayudarte a mantener el brillo a raya, pero no soluciona el problema. El exceso de grasa en la cara conduce a poros abiertos y obstruidos, puntos negros, espinillas y piel propensa al acné. Es posible que cada uno de estos problemas deban abordarse por separado. Y para ello, primero será importante asegurarse de que tu piel grasa no está deshidratada. Aunque pueda parecerte una contradicción, no es nada raro que una piel deshidratada produzca sebo en exceso en un intento por encontrar el equilibrio.
¿Cómo cuidarla?
Para este tipo de piel funciona muy bien el cuidado mediante control de aceites y exfoliaciones suaves, procura beber mucha agua y mantener tu piel hidratada, para seguidamente pasar a abordar el sebo. Los sueros faciales, son ligeros y trabajan para mantener la humedad y el equilibrio de la piel sin dejar sensación grasa. Las mascarillas de arcilla también te ayudarán a absorber el sebo sobrante, eliminar las impurezas y las células muertas que contenga tu piel, pero lo que mas recomendado y es un producto de los mas vendidos en nuestra tienda online es el AHA Pell Lotion, que te ayudará a regular el sebo de tu piel es muy recomendado en la cosmética natural koreana
Tipo de piel seca
Si tu piel es opaca o áspera, posiblemente con ciertas manchas rojas o finas líneas visibles, es probable que tu tipo de piel sea seca. Una piel que se nota tensa al sonreír, con picazón o escamas, es una piel que está intentando decirte algo. Podría ser que tus glándulas sebáceas hayan desacelerado la producción de sebo y que tu piel necesite un poco de ayuda para conseguir el equilibrio. Las pieles secas son más susceptibles al daño ambiental que el resto, debido a su debilitada barrera cutánea. Sin niveles de humedad adecuados, este tipo de piel no puede defenderse de manera adecuada contra el daño solar.
¿Cómo cuidarla?
La principal regla para un cuerpo saludable es beber suficiente agua. Lo mismo podemos aplicar a la piel, nuestro órgano más grande. Muchos problemas de salud, así como muchos problemas de piel, pueden mejorar o resolverse simplemente asegurándonos de que ingerimos la cantidad de agua adecuada. Reducir el consumo de diuréticos (como el alcohol o el café) ayudará a aumentar los niveles de hidratación en general. Es importante que sepas algo: la piel seca y la piel deshidratada no son lo mismo. Las pieles secas carecen de aceite, mientras la deshidratada carece de agua. Una vez que sepas que has abordado la hidratación interna, pasa a la externa. El ácido hialurónico, la glicerina y las algas de origen marino (para aquellas pieles que no sean propensas al acné) ofrecen hidratación directamente sobre las células de la piel.
Tipo de piel combinada o mixta
La piel que muestra signos de grasa y sequedad, se llama comúnmente piel mixta. Este tipo de piel puede presentar un área más sebosa en la zona T (frente, nariz y barbilla) y una sequedad normal en las mejillas y la línea de la mandíbula. La razón de este hecho se encuentra en que existen más glándulas sebáceas en el centro de la cara que en las partes externas. Tu piel puede tener poros grandes en las zonas más grasas, así como espinillas o brillos.
¿Cómo cuidarla?
La clave estará en conseguir el equilibrio y un tratamiento localizado. Elegir la crema hidratante adecuada para tu piel combinada te ayudará a dar con el equilibrio. Para ello, los hidratantes en gel son una excelente opción, consiguiendo la hidratación adecuada con producto ligero. Si tienes áreas secas fuera de la zona T, puedes tratarlas con un humectante un poco más intenso.
Tipo de piel sensible
Cualquier tipo de piel puede presentar signos de sensibilidad. Un ingrediente incorrecto en el cuidado de tu piel puede provocar rápidamente una reacción. Los tipos de piel crónicamente sensibles, se caracterizan por una piel que se irrita, se inflama, pica, es seca o se enrojece fácilmente. Este tipo de piel también incluye a aquellas personas que sufren afecciones como los eccemas y la rosácea. La piel sensible a menudo se verá enrojecida y desigual.
¿Cómo cuidarla?
Con una piel sensible, deberás tener mucho cuidado a la hora de escoger tus tratamientos y cosméticos, ya que pueden provocarte ardor e inflamación. Será de gran importancia hacer un test en otra zona de tu cuerpo de todos los productos nuevos para el cuidado de la piel (incluyendo el maquillaje) antes de usarlos en toda la cara. Los productos exfoliantes en particular, pueden irritar fácilmente la piel sensible, por lo que puedes hacer pequeñas pruebas, por ejemplo en tu antebrazo, y después observar si hay signos de reacción durante las siguientes 24 horas. Tendrás que tener cuidado con aquellos productos que contengan ingredientes más sensibilizantes, como fragancias, colorantes, sulfatos, parabenos y aceites esenciales.
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