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La naturaleza es tremendamente generosa, de eso no hay duda: es fuente de vida, nos proporciona oxígeno, luz, agua, alimentos, recursos para mejorar nuestra salud, incluso ingredientes para el cuidado de la piel. Desde la antigüedad, los seres humanos hemos aprovechado sustancias naturales para utilizarlas en nuestra dermis, ya fuera para decorarla, blanquearla o protegerla de factores ambientales. La henna como tinte para el cabello, el kohl de los ojos para proteger nuestra visión de los rayos solares y la arena del desierto, o el aceite de jojoba, usado por los indios norteamericanos para humedecer e hidratar la piel, son tan solo algunos ejemplos. Hoy en día los avances en química botánica nos han permitido aprovechar los compuestos vegetales para el uso cosmético, convirtiéndose en la fuente más importante de ingredientes activos en la actualidad. En este artículo conocerás más acerca de los principios activos de las plantas y cómo estos pueden mejorar el aspecto de tu piel.

Las plantas y la cosmética natural

Todo indica que el uso de ingredientes activos naturales en las plantas será el único camino hacia el futuro en la cosmética y tratamientos de belleza. Actualmente, la innovación cosmética ya se está centrando en obtener formulaciones cada vez más sostenibles y ecológicas. Con el crecimiento de la industria de la cosmética natural en los últimos años, las empresas se ven obligadas a indagar e investigar el uso de nuevos ingredientes, así como mejores formas de extracción para aprovechar al máximo los principios activos de las plantas, y de esta forma, conseguir nuevas soluciones. 

A continuación, te contaremos cuáles son esos principios activos más utilizados para el cuidado de la piel en la cosmética actual.

Fuentes de los ingredientes de la cosmética natural: sustancias naturales y artificiales

¿De dónde vienen los principios activos de los cosméticos? Dos son las fuentes: vienen de las sustancias naturales y de las sustancias artificiales.

Las sustancias naturales, como su nombre indica, provienen de la propia naturaleza. Cada tipo de sustancia tiene un proceso de extracción y transformación, que siempre será de carácter químico, debido a los compuestos químicos. Por ejemplo, en el caso de los polifenoles que se separan de la aceituna, son compuestos químicos que se mezclan con otras sustancias de la fórmula debido a la reacción química que se produce entre ambos cuando entran en contacto. Es por este motivo que, en vez de llamar a la cosmética “libre de químicos”, debería llamarse “libre de ingredientes artificiales”.

En el caso de los ingredientes naturales, tienen su procedencia de fuentes naturales pero se sintetizan de una forma más ardua: se utilizan reactivos y catalizadores derivados, como es el caso de la parafina.

Las propiedades de las principios activos de las plantas en la cosmética

Los productos cosméticos pueden cumplir con las siguientes funciones gracias a los principios activos de las plantas:

  • Antioxidante: se trata de la reacción química capaz de prevenir o detener la oxidación de las células causada por la acción de los radicales libres, tanto endógenos (los generados por el envejecimiento fisiológico) como exógenos (causados ​​por los efectos del sol, el tabaco, etc.). Los antioxidantes son eficaces para reducir las arrugas, la flacidez y las manchas de la piel. 
  • Hidratante: su función es proporcionar agua a la dermis y controlar su paso desde el interior de las células hacia el exterior, y viceversa, para evitar que la piel se seque. En este sentido, el aceite de semilla de chía tiene notables propiedades hidratantes.
  • Protector: son los ingredientes que preservan la barrera formada por las ceramidas y los lípidos que protegen las células de factores externos (como el clima, radiación solar, etc.).
  • Regenerativo: se trata de aquellas sustancias que activan los fibroblastos, es decir, las células que producen colágeno y elastina, dos sustancias responsables de la firmeza y elasticidad de la piel.
  • Nutritiva: su acción es fortalecer el tejido de la dermis y, por lo tanto, mejorar la resistencia de las células con la llegada del envejecimiento fisiológico y prematuro (causado por factores externos).

Otras propiedades que pueden tener los cosméticos son oxigenantes, antiinflamatorias o de protección contra el sol.

¿Cuáles son los ingredientes activos de las plantas?

Los ingredientes o principios activos de las plantas son componentes cuya función principal sobre la piel son: hidratarla, regenerarla y protegerla.

A continuación, te mostramos una clasificación de los principales principios activos según la familia a la que pertenecen, así como algunas de las fuentes de las que se obtienen:

  • Polifenoles: son los principales antioxidantes. EL hidroxitirosol y la oleuropeína (que se obtiene del olivo) son las sustancias más eficaces según estudios científicos. El resveratrol, natural de las uvas, y los flavonoides que se extraen de los cítricos, también son algunos de los más usados en cosmética.
  • Ácidos grasos: seguro que los has oído antes. Se trata de uno de los principales activos en muchos cosméticos por sus propiedades hidratantes, antiinflamatorias, regeneradoras y antioxidantes.
  • Ácido palmítico: natural del coco, la palma y también las aceitunas. Se trata de una de las formulaciones más utilizadas por aportar una gran cantidad de lípidos en la barrera cutánea. En cambio, en la industria de la alimentación no está tan bien considerada, ya que se conoce que contribuye al aumento del colesterol.
  • Ácido oleico: predomina por su gran competencia para penetrar en la dermis, su acción nutritiva y por conseguir una buena retención de agua en las membranas celulares, beneficiando la hidratación del tejido. En este sentido, las semillas de aceite de oliva son una de las principales fuentes, y además contienen propiedades de carácter antioxidante, regenerador e hidratante.
  • Ácido linoleico: se encarga de evitar que la dermis pierda el agua que necesita, restaura la barrera y mejora la oxigenación, además, produce un efecto despigmentante en la piel. Podemos encontrarlo en las semillas de lino, semillas de uva y nueces, entre muchos otros.
  • Ácido esteárico: se encuentra principalmente en la manteca de cacao y de karité, sus principales funciones son protectoras.
  • Ceramidas: al igual que los lípidos, se encarga de proteger la piel de factores externos. Se producen por el propio organismo, pero con el tiempo disminuyen, causando deshidratación, pérdida de firmeza y luminosidad. El aceite de jojoba es uno de los más recomendados para recuperar las ceramidas; contiene ceramidas muy similares a la de las personas, por lo que ayuda muchísimo a tratar la sequedad y la deshidratación.
  • Vitaminas: las vitaminas ejercen funciones antioxidantes, así como ayudar a estimular la síntesis natural del colágeno en la piel. La vitamina E y C son las más populares en el mundo de la cosmética y los tratamientos de belleza. Estas se extraen principalmente de las frutas y las verduras.
  • Ácido hialurónico: aporta a la piel hidratación, estimula la síntesis del colágeno y ayuda en el aumento de la proliferación de fibroblastos. También se encuentra de forma natural en los humanos, pero la biotecnología ha conseguido sintetizarlo a partir de vegetales, como la remolacha, el pino o el trigo.
  • Coenzima Q10: es otro de los grandes conocidos y la producimos de manera natural. Se trata de la molécula responsable del buen funcionamiento de la célula, y además, ayuda a neutralizar los radicales libres. Es posible encontrarla en cereales, o la soja.
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