¿Ya tienes la piel preparada para el invierno? Con el cambio de estación también cambian las necesidades de tu piel y es muy importante prepararla bien para ayudarla a su oxigenación, limpiar poros, eliminar piel muerta, equilibrarla y que los tratamientos que utilices tengan unos resultados óptimos. Por ello es necesario tener una correcta higiene facial, ¿tú la tienes?.
En este artículo te hablamos de los errores más comunes en la limpieza facial, que pueden provocar una serie de problemas en tu piel, como sequedad, irritación, acné o exceso de grasa.
Errores en la limpieza facial
No usar el limpiador adecuado
Es importante conocer el estado de tu piel y tener en cuenta algunos factores como su tipo, tu edad y tus gustos en cuanto a texturas y tipos de productos para elegir el limpiador que más se adapta a ti.
Existen varios tipos o formatos de limpiadores:
- Toallitas desmaquillantes: es un producto desechable que suele ser utilizado cuando hay falta de tiempo ya que es fácil y cómodo de usar y sirve principalmente para desmaquillar ojos, labios y eliminar el maquillaje del rostro. Por lo general limpia la piel del rostro de una manera superficial, por lo que pueden ser adecuadas para salir del paso pero no nos proporcionan una limpieza profunda. Se pueden utilizar en todos los tipos de piel, ya que se elaboran para pieles secas, grasas y sensibles.
- Agua micelar: está compuesta de partículas micelares que limpian la piel de forma eficaz, capturan la grasa y las impurezas, y al no ser necesario frotar ayudan a evitar la irritación, por lo que son perfectas para pieles sensibles. Su aplicación se lleva a cabo mediante discos desmaquillantes.
- Desmaquillante bifásico: desmaquillante en formato líquido compuesto por dos fases, una acuosa y la otra oleosa. Para una correcta aplicación el producto se debe agitar para mezclar la fórmula. Se usan mediante discos desmaquillantes y son ideales para eliminar el maquillaje waterproof de ojos y labios, o para aquellas bases de maquillaje que son más resistentes.
- Leche limpiadora: son lociones para todos los tipos de piel y eliminan el maquillaje, impurezas y residuos de la piel de manera eficaz gracias a sus componentes que actúan de una forma más profunda y oxigenante. Se pueden utilizar también con discos desmaquillantes, mediante un masaje manual o con un cepillo desmaquillante para conseguir una limpieza más profunda. Después se retira con agua y se seca la piel con una toalla a pequeños toques.
- Desmaquillante en espuma: se trata de un producto con textura mousse que consigue en la piel una limpieza profunda, mantiene la piel hidratada y elimina el maquillaje a la vez que la grasa de la piel. Se aplica con la piel húmeda realizando un pequeño masaje y aclarando con abundante agua templada.
- Desmaquillante en gel: son normalmente formulados de forma sintética imitando a los jabones tradicionales para eliminar todos los residuos de la piel, en especial la grasa, pero sin resecarla. Existen diferentes fórmulas según las necesidades de tu piel pero suelen recomendarse para pieles mixtas y grasas por su acción profunda y limpieza en la piel. Se aplica con la piel de la cara húmeda y se retira tras un ligero masaje con abundante agua.
No usar tónico facial
El tónico facial es un producto que todas conocemos, pero también el gran olvidado en la rutina de limpieza diaria. Es el aliado perfecto y producto imprescindible para finalizar la limpieza facial. Sus propiedades y beneficios son:
- Regula el ph de la piel.
- Devuelve la barrera de protección natural de la epidermis.
- Hidrata.
- Cierra los poros.
- Refresca.
- Es calmante.
- Revitaliza y rejuvenece los tejidos.
- Activa la circulación sanguínea.
Hoy en día puedes encontrar tónicos faciales en formato spray o líquido y se aplican directamente sobre el rostro o con discos de algodón desmaquillantes, a pequeños toquecitos.
Limpiarse o exfoliar demasiado
Algo también muy importante a tener en cuenta es la frecuencia con la que nos limpiamos la cara. Es preferible limpiar el rostro dos veces al día, por la mañana y por la noche siguiendo el protocolo de limpiar, tonificar e hidratar para mantener una buena higiene y eliminar de la piel el maquillaje pero también la polución, contaminación ambiental y otros restos de elementos que ensucian tu piel y obstruyen los poros.
De la misma forma sucede con el abuso del exfoliante, su uso es necesario para mantener la piel oxigenada y sin impurezas, pero utilizarlo demasiado es contraproducente para tu piel. Si buscas un exfoliante equilibrado que utilizar una o dos veces a la semana, tienes en nuestra tienda online para hacerte con nuestro BNP EXf’oling Gel, una excelente opción para dejar tu piel suave y limpia sin dañarla.
No realizar la rutina de limpieza de día y de noche
Es importante mantener una higiene de la piel facial constante, dos veces al día para un buen funcionamiento de la piel:
- Limpieza por la mañana: limpia la piel por las mañanas ya que por la noche se generan residuos que quedan sobre la epidermis de tu rostro, y debes eliminar los restos de los productos de tratamiento que aplicamos por la noche, oxigenarla y prepararla para el tratamiento de día. Para esto, utiliza un producto adecuado para tu tipo de piel y seguidamente aplica el tónico y tu tratamiento de día habitual.
- Limpieza por la noche: la limpieza facial nocturna tiene mucha importancia ya que habrás acumulado más residuos sobre la piel, como el maquillaje, la polución y los agentes que obstruyen los poros. Es momento de preparar la piel no solo para el tratamiento que apliques de noche sino también para facilitar la regeneración celular que se produce durante la noche.
Temperatura del agua
Para aclarar los limpiadores que usas sobre tu piel lo ideal es que el agua sea tibia, incluso fría, ya que demasiado caliente puede provocar rojez y quemazón debido a la temperatura. Además, se aconseja el agua tibia o fría para refrescar la piel, ya que las bajas temperaturas ayudan a cerrar el poro y provocan un efecto reafirmante natural.
Estos son los errores más comunes en la limpieza facial. Esperamos que con este post hayas detectado aquello que puedes mejorar en tu limpieza facial y cambies tu rutina para conseguir una piel más sana, juvenil y luminosa.
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