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Muchas seguramente aún penséis que la limpieza facial simplemente consiste en utilizar agua y jabón y frotar por nuestro rostro. Puede que alguna vez añadas un exfoliante para una limpieza más profunda, o una mascarilla si tienes algún evento importante al que acudir. Después de estos tratamientos quizás creas que tu piel está limpia y sana, pero sentimos decirte que en la mayoría de casos no será así. Aunque hayas lavado tu cara o utilizado un exfoliante, es muy posible que en tus poros queden restos de maquillaje y suciedad, lo que puede originar la obstrucción de los mismos, generar acné, o dar un aspecto de piel apagada. ¿Has oído hablar de la doble limpieza facial? En NMB Cosmetics queremos hablarte de la importancia de la doble limpieza y cómo puedes realizarla tú misma desde casa. Tu piel no solo parecerá más sana y luminosa, ¡lo estará!.

¿Qué es la doble limpieza facial? ¿Por qué hacerla?

Aunque pueda parecerte una rutina un poco más elaborada a la que seguramente estabas acostumbrada a realizar, en realidad, solo tendrás que sumar un par de minutos al proceso. Una vez que cojas práctica no te costará nada, y además, vale completamente la pena.

Tal y como su nombre indica, la doble limpieza facial significa lavarse la cara dos veces: una con un limpiador a base de aceite para eliminar el posible maquillaje, la suciedad y el exceso de grasa o piel muerta, y otra con un limpiador más tradicional para limpiar todavía más la piel. El motivo por el que necesitas esas dos clases de limpiadores es porque existen dos clases de suciedad que se acumula en tu cara: la que es a base de aceite como el maquillaje y el polvo, sudor y suciedad que se pueda adherir por la polución en la calle.

Antes de que te lo preguntes, te damos la respuesta: sí, el aceite limpia el aceite. Tal y como la ciencia nos dice que el agua y el aceite no son capaces de mezclarse, por eso debemos utilizar un limpiador a base de aceite que pueda eliminar la suciedad de los productos a base de aceite. Este se encargará de limpiar en profundidad productos como protectores solares o maquillaje, sin ensuciar los lípidos y las ceramidas entre la células de la piel. Después, podrás usar un limpiador en forma de jabón para terminar de eliminar cualquier residuo a nivel superficial y purificar la piel en su totalidad.

Tener una piel completamente limpia también hace que sea mucho más fácil y efectivo utilizar cualquier tipo de tratamiento que vaya después (serums, crema hidratante, aceites, etc.), absorbiéndose y haciendo mejor su trabajo.

¿Qué tipo de productos utilizar para hacer una doble limpieza?

Tal y como te hemos explicado anteriormente, necesitarás un limpiador a base de aceite y otro espumoso y suave. Si tu piel no es muy sensible, puedes utilizar un simple aceite de coco de los que puedes conseguir en cualquier supermercado. Otra opción es conseguir un aceite limpiador específicamente indicado para limpiar e hidratar la piel. Tanto aceites como bálsamos que puedes encontrar en el mercado formulados a base de aceites, aprovechan el poder de estos y otros ingredientes naturales para eliminar la suciedad y los restos de maquillaje sin despojar a tu piel de sus propios aceites naturales y necesarios.

Para la segunda limpieza necesitarás un limpiador suave a base de agua. Normalmente generan algo de espuma y son perfectos para masajear la piel y darle una limpieza final.

¿Cómo se aplica la doble limpieza facial?

Paso 1:

Calienta una pequeña cantidad del aceite limpiador que hayas elegido frotando entre tus manos secas durante unos segundos. Si lo prefieres, también puedes utilizar nuestro Vital Cleansing Lotion formulado a base de aceite mineral.

Paso 2:

Una vez que el aceite o bálsamo limpiador esté completamente deshecho en tus manos masajea suavemente tu piel (sí, maquillaje incluido) durante 30-60 segundos. Usa movimientos lentos y firmes para aplicar y extender bien el aceite sobre tu piel. Puedes utilizar movimientos circulares desde tu cuello hacia arriba hasta alcanzar la frente. Mientras masajeas, también estarás mejorando el flujo sanguíneo y activando los ganglios linfáticos, que harán que tu piel se vea aún más radiante. Si tu máscara de pestañas y tu delineador ya están por toda tu cara… ¡tranquila! Es buena señal. Significa que el aceite está haciendo su trabajo. Después, enjuaga tu cara con agua tibia.

Paso 3:

Ahora puedes utilizar una toalla limpia y dejarla en remojo en agua tibia durante unos segundos. Escúrrela y colócala sobre tu cara durante 30 segundos aproximadamente. El calor y la humedad ayudarán a abrir los poros y retirar la suciedad que el limpiador no haya recogido.

Paso 4:

Usa una pequeña cantidad del limpiador en jabón, por ejemplo, nuestro O2 Bubble C.M.Gel te ayudará a conseguir una limpieza profunda en tu piel. Masajea el gel durante aproximadamente un minuto con la punta de tus dedos. Debes asegurarte de cubrir toda la cara, el cuello y la línea de la mandíbula. Después, enjuaga bien con agua tibia.

Paso 5:

Ahora puedes aplicar los tratamientos que solías utilizar: sérum, humectantes favoritos… Lo importante es que utilices un producto nutritivo después de la limpieza, ya que este es el mejor momento para que tu piel reciba ingredientes activos.

Paso 6:

¡Repite cada noche y admira el aspecto de tu piel! Más limpia, saludable e hidratada que nunca.

Al hacer una rutina de doble limpieza, iluminarás, revitalizarás y mejorarás la textura y calidad de tu piel, luchando contra la piel opaca. Además, con una piel completamente limpia, tu piel podrá absorber los productos que apliques posteriormente con mayor facilidad y efectividad. Otro hecho importante es que evita la acumulación de aceite y la aparición de acné causados ​​por la suciedad y los residuos de maquillaje. ¿Te animas a probar la doble limpieza facial? ¡Cuéntanos tu experiencia!

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